En la tarde-noche de ayer se celebraba el acto de inauguración de una de las exposiciones más especiales de los últimos años en Marmolejo. El Museo de Arte Contemporáneo Mayte Spínola de la localidad acoge una muestra compuesta por casi un centenar de cuadros del inconfundible José Francisco Díaz Navarro, conocido popularmente como Jofra, el pintor de los campesinos. La muestra expositiva se titula “Jofra. Colección Marmolejo”, ya que se trata de cuadros hasta el momento inéditos, propiedad de Manuel Díaz Navarro, hermano del artista, y que se encontraban ubicados en la casa de la familia, en la localidad.

Según explicaba el Alcalde, Manuel Lozano, durante la inauguración, “no se trata de una exposición más, ya que con esta muestra se hace realidad un anhelo del propio Ayuntamiento de Marmolejo: continuar cultivando la figura de nuestro artista más universal, de nuestro Hijo Predilecto, Jofra”. El primer edil marmolejeño, al igual que hacía el concejal de Cultura, Rafael Valdivia, agradecían su colaboración y entrega al artífice y
propietario de esta exposición, a Manuel Díaz Navarro, por haber cedido todas las pinturas que componen la muestra.

“Han hecho falta 30 años, que son los que han pasado desde que falleciera el genio, para que reflexionemos y seamos capaces de comprender lo que es y lo que significa esa verdadera dimensión de la persona como artista”, afirmaba el Alcalde marmolejeño. Con
esta muestra se permite que “el pueblo de Marmolejo le rinda un pequeño homenaje a la figura más importante del arte en Marmolejo en el último siglo”, incidía el primer edil.

El Museo de Arte Contemporáneo Mayte Spínola de Marmolejo acoge en toda la primera planta de la pinacoteca esta exposición monográfica que incluye también una sala en la que se proyecta un documental sobre la vida y obra de Jofra creado al efecto. “Un trabajo audiovisual minucioso que muestra a los dos Jofras, al humano, con sus momentos de luz y de oscuridad, y al artista a través de su pintura”, explicaba durante su alocución el concejal de Cultura y Patrimonio, Rafael Valdivia.
Hasta el mes de junio se puede visitar esta muestra en la que se exponen desde retratos hasta paisajes de marinas, pueblos y otros lugares importantes para el genio. “Estos cuadros hablan de la idiosincrasia de Marmolejo, su pueblo, que él mismo consideraba su hogar, y gracias porque con ello conseguimos cumplir uno de los objetivos marcados en los últimos años para honrar la figura de Jofra en el 30 aniversario de su muerte”, especifica Valdivia.

Jofra (1942-1992)

Hijo predilecto de Marmolejo y conocido popularmente como “Pintor de campesinos”, al fijar su mirada y pincel en los campesinos. De estilo expresionista, los críticos relacionaron sus personalísimas obras con la última época de Van Gogh.
Hijo de Catalina Navarro Parra y del general de aviación, Juan Díaz Criado, este marmolejeño fue el octavo hijo del matrimonio. Enseguida comenzó a sentir su vocación artística, insistida una y otra vez. Como él mismo confesó, su interés definitivo por la pintura lo notó mientras veía pintar a Juan Crisóstomo Martínez el retrato de sus hermanas. Aquel color sobre la paleta del artista, comenzó a entusiasmar al joven que, posteriormente, emprendería en Madrid la preparación de dibujo para la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde obtuvo la licenciatura y acabó brillantemente sus estudios.
Desde entonces decidió comenzar una andadura expositiva en diferentes ciudades de España y consiguió que se fijaran en su obra infinidad de críticos, entre ellos, Ángel Marsó, que escribió para el “Correo Catalán”: Sus primeras obras son visiones de un paisaje de caserío y, en algunos casos, de campo abierto.
Sin embargo, pronto se sintió atraído por un paisanaje que conocía bien: campesinos que le eran familiares. Gran parte de estos modelos eran personas que trabajaban en la hacienda familiar: Florencio Esteo, Julián “El Chivo”, El Ronquito, Matarratas, los caseros de San Luis y tantos otros forman parte de la iconografía del Jofra más notable, cuya estética se debe a una manera briosa de dejar el color a través de gruesas pastas y a un dibujo vigoroso que sabe acentuar los rostross, un tanto atormentados, de los campesinos.